Por Karine Pons – Bee Leadership
Mindfulness, más que una moda reciente es una practica milenaria, desarrollada fundamentalmente en universidades y centros de investigación de todo el mundo, y desde más de 20 años, tiene una presencia notable en las Universidades de Derecho y en todo el sector jurídico americano…
¿ Por qué Mindfulness? ¿Por qué puede ser útil contemplar la introducción del cultivo de la Atención Plena en las profesiones jurídicas?
Los expertos que han desarrollado Mindfulness en el ámbito legal en EEUU desde hace dos décadas son unánimes:
“ Las facultades de Derecho están encontrando en una antigua práctica llamada «atención plena» una solución moderna a uno de los mayores desafíos de la educación jurídica en la cual desgraciadamente la ansiedad, depresión e ideación suicida entre los estudiantes de Derecho continúa excediendo los niveles encontrados en la población general, sino también entre estudiantes en otros programas de posgrado exigentes “ reconoce Scott L. Rogers director de programa de Mindfulness a la Universidad de Derecho de Florida.
Otra experta Rhonda Magee de la Universidad de San Francisco prosigue : “Me inspiré por primera vez para conectar la atención plena y la ley hace unos 20 años, cuando recién comenzaba como abogada. Tenía cierta experiencia con prácticas contemplativas de diversos orígenes, y me resultó obvio que confiar en estas prácticas me hacía más capaz de manejar las demandas de mi trabajo en una gran firma de abogados. Más tarde, cuando comencé a enseñar leyes, me di cuenta de que las prácticas y las perspectivas que surgen de la atención plena podrían ofrecer beneficios no solo a mis alumnos, sino a aquellos encargados de interpretar, aplicar y hacer leyes.”
Está claro que una parte importante del ejercicio profesional del abogado se sitúa en un entorno de conflicto y hostilidad. En España, conforme a estudios recientes, el estrés es considerado como un riesgo elevado o muy elevado de la profesión por el 83,5 % de los abogados/as consultados.
La sutil amenaza a la salud mental y, por ende, a la salud en general, que supone el estrés en este tipo de actividad, debe ser acometido con medidas preventivas antes de desembocar en la necesidad de tratamientos específicos.
En este contexto, cultivar la serenidad y la claridad mental es primordial, y más cuando es un aspecto esencial de la actividad ordinaria de una profesión que no se libra de sufrir el uso intensivo de las nuevas tecnologías que acrecienta una sensación de desconexión.
Mindfulness o atención plena o consciencia plena, con una prehistoria que se inicia en el norte de la India 500 años AJC ha sido, desde hace 40 años en su reciente y pujante historia laica, respaldado por miles de estudios científicos en el tratamiento y prevención de estrés, ansiedad y dolores crónicos.
El Dr. Jon Kabat – Zinn, profesor emérito de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Fundador de la Stress Reduction Clinic y del Center for Mindfulness in Medicine, Health Care and Society de la misma universidad, ha definido mindfulness como prestar atención, de forma consciente, en el momento presente y sin enjuiciar.
Estas técnicas contemplativas de gestión de estrés y regulación emocional, pueden, no sólo reforzar la inteligencia emocional del Jurista y propiciar un marco de mayor serenidad y bienestar, sino también abrir un espacio de reflexión sobre las bases necesarias para el ejercicio de la profesión en un momento decisivo de nuestra era en la cual las concepciones técnica y mercantilista están llamadas a dominar la profesión.
Apoyándome en el tratado del Abogado Humanista de Teresa Arsuaga, desde mi experiencia y comprensión veo varios beneficios que pueden beneficiar directamente a los profesionales del Derecho:
- «Desarrollar una percepción adecuada de la realidad”
- “Conocer los límites de nuestra propio mente”
- «Aprender de las tensiones» y desarrollar respuestas más sabias versus reacciones impulsivas sobre patrones adquiridos (sesgos cognitivos, emociones …)
- «Cultivar la resiliencia y reconocer el anhelo de certeza / dificultad a vivir en la incertidumbre”
- Recuperar el método de las humanidades: atención centrada y abierta hacia los puntos de vista del otro desarrollando una escucha y comunicación consciente
- «Desarrollar un sentido integrador y no excluyente de la justicia – desarrollando la empatía y sosteniendo la sensibilidad ética.”
Si los beneficios parecen demostrados; ¿Cómo implantar Mindfulness en el ámbito jurídico?
Lo primero que requiere la enseñanza de la Atención Plena, cual sea el ámbito en el cual se está desarrollando, es una práctica sólida y asentada del instructor que va a acompañar un grupo de Seres Humanos en este viaje de entrar en relación y aprender de lo que surge en la consciencia.
La actitud del instructor debe personificar los fundamentos de la práctica (“embodiment”) permitiendo crear en el grupo confianza, aceptación de lo que surge, paciencia, enfocado en el momento presente con la capacidad de trabajar con lo que surge, su autenticidad y compromiso con el grupo son esenciales.
El desarrollo de Mindfulness in Law ha permitido también crear grupos de prácticas que comparten inquietudes y pueden sostener la práctica con un compromiso común hacia el aprendizaje experiencial.
A medida que se extiende la práctica, como ha sucedido en los distintos ámbitos, empresa, educación, profesionales de cada sector que han visto los claros beneficios de esta práctica, pueden entregarse ellos mismos a la enseñanza eso sí, desde una sólida preparación
Referencias:
- Abogacía consciente.
- Mindfulness in law
- El abogado humanista
- Estudiantes de Derecho.
Entre las intervenciones basadas en Mindfulness, MBSR, desarrollado en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts (EEUU) en 1979, es el programa fundacional más investigado, habiendo acumulado evidencias experimentales en el tratamiento del estrés y la ansiedad.