Joaquín Delgado Martín. Magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid. Miembro de la Red de Especialistas en Derecho Europeo (REDUE). Doctor en Derecho
1.- Transformación digital de la justicia (Judicial-TECH)
En el primer cuarto del siglo XXI resulta necesario aprovechar todas las ventajas aportadas por las tecnologías para mejorar las condiciones de acceso a la justicia, afrontando decididamente la transformación digital de la Justicia (Judicial-Tech). No consiste solamente en la aplicación de soluciones tecnológicas para mejorar el funcionamiento de la justicia, sino que la transformación digital exige que la tecnología vaya acompañada de una reformulación de la forma en que se presta el servicio al ciudadano. Y el ciudadano actual es un ciudadano digital que pide un servicio ágil y a través de diferentes dispositivos electrónicos, de tal manera que pueda relacionarse con la justicia de la misma forma que con otras organizaciones privadas y públicas.
Se trata de lograr una justicia orientada a las personas, centrada en sus necesidades y dirigida a resolver los problemas de justicia que les preocupan; mejorando el acceso a la justicia de todos las personas (una justicia para todos) de conformidad con el Objetivo 16 de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS-Objetivos de Desarrollo Sostenible), que se refiere a la «promoción de sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, la provisión de acceso a la justicia para todos y la construcción de instituciones responsables y eficaces a todos los niveles».
2.- Ciberjusticia y plataformas online
Uno de los principales instrumentos para la transformación digital de la justica es la resolución de conflictos online (ODR-Online Dispute Resolution). Nos hallamos ante la denominada ciberjusticia, que puede definirse como el uso y la integración de las tecnologías de la información y de la comunicación en los procesos de resolución de conflictos de forma judicial o extrajudicial (Cyberjustice Laboratory de la Facultad de derecho de la Universidad de Montreal).
Una Plataforma online de resolución de litigios se ha de configurar como un sistema integral de resolución del conflicto vía internet que cuenta con tres niveles básicos: evaluación online; facilitación online; y decisión por jueces online.
- En el primer nivel (evaluación online) se ayuda al usuario que tenga un conflicto a evaluar el problema, es decir, clasificar sus dificultades y comprender tanto sus derechos como las opciones disponibles para ellos. Se trata, pues, de una forma de información y servicio de diagnóstico. Es posible aplicar inteligencia artificial a través de chatbots y elementos similares.
- Si los problemas no se resuelven en el primer nivel, los usuarios pasan a una segunda etapa: la facilitación online, donde se recogen instrumentos de facilitación, e incluso puede estar prevista la participación de facilitadores capacitados y experimentados que trabajen online.
- Si el conflicto no se soluciona por las partes en el nivel dos, se puede pasar al tercer nivel: la resolución del conflicto por un juez online, tras una tramitación también online sobre la base de documentos remitidos electrónicamente, y con un debate estructurado de argumentación online. También es posible aplicar inteligencia artificial para ayuda a la decisión del juez online (humano), o incluso para una decisión automatizada (permitiendo recurso ante un juez humano)
3.- Experiencias destacables
Cabe señalar las iniciativas que se recogen en el Informe de 28 de enero de 2020 de la Joint Technology Committee (JTC) compuesta por Conference of State Court Administrators (COSCA), National Association for Court Management (NACM) y National Center for State Courts (NCSC). Este informe se encuentra disponible en el siguiente enlace:
Como experiencia concreta cabe destacar, en primer lugar, cabe destacar la Online Dispute Resolution for law value civil claims-Civil Justice Council de Gran Bretaña. El funcionamiento básico del sistema se estructura en tres niveles: nivel 1 de evaluación online; nivel 2 de facilitación online (negociación y facilitación); y nivel 3 mediante jueces online
También cabe señalar el sistema de Small Claims British Columbia en Canadá (https://civilresolutionbc.ca/), referido a reclamaciones resueltas por el Civil Resolution Tribunal (CRT) que puede conocer de las siguientes materias: disputas por lesiones automovilísticas hasta $ 50,000; reclamaciones menores de $ 5,000; disputas de propiedad (condominio) de cualquier cantidad; sociedades y asociaciones cooperativas disputas de cualquier cuantía; y alojamiento compartido y algunas disputas de vivienda de hasta $ 5,000.
En Quebec (Canadá) está en funcionamiento desde 2016 la plataforma PARLe -Platform to Assist in the Resolution of Litigation electronically (https://www.cyberjustice.ca/logiciels-cyberjustice/nos-etudes-de-cas/opc), creada por el Cyberjustice Laboratory de la Universidad de Montreal, para resolver las controversias entre consumidor y vendedor: primero mediante negociación; y si fracasa, puede intervenir un mediador. Los mediadores que participan en la misma están acreditados, poseen gran experiencia en materia de Derecho del consumidor y pertenecen al Colegio de Abogados o a la Cámara de los Notarios de Quebec. Los datos básicos de su utilización son los siguientes:
- 67,3 % han sido resueltos. El 45 % de éstos han sido resueltos mediante la negociación y el 25 % gracias a la mediación. El porcentaje de consumidores satisfechos tras la resolución de la controversia es del 88 % y el de los comerciantes alcanza el 89,2 %.
- La negociación o la mediación dura una media de 29 días, lo que indica que es doce veces más rápida que la media de lo que dura un procedimiento ante el tribunal competente
- En la práctica ha versado sobre asuntos entre 16 y 200.000 dólares
En Holanda cabe destacar la Rechtwijzer Uit Elkaar para divorcios (https://rechtwijzer.nl/uit-elkaar). La Dutch Legal Aid Board creó esta plataforma de resolución de conflictos en colaboración con HiiL Innovating Justice (HILL-The Hague Institute for Innovation of Law) y la Plataforma Modria. Esta iniciativa, que recibió el Premio Crystal Scale of Justice 2015, consiste en una plataforma de negociación de los cónyuges que pretenden divorciarse sobre reparto de bienes, alimentos y visitas: online describen su situación y hacen propuestas; pueden solicitar la ayuda de un mediador. Si llegan a un acuerdo: un abogado lo revisa desde el punto de vista jurídico; y si lo valida, pasa a un tribunal para su aprobación.
4.- Conclusión
El desarrollo de Plataformas ODR (Online Dispute Resolution) supone una mejora considerable del acceso a la justicia, no solamente porque aporta una resolución ágil del conflicto frente a la mora judicial; sino también porque el usuario puede acceder al servicio online-anywhere-anytime, es decir, desde cualquier lugar (ubicuidad) y en cualquier momento (24/7). Evidentemente, no todos los asuntos son adecuados para ODR, sino que habrá que centrarse en aquellos que presenten características de menor complejidad/escasa cuantía, y que puedan presentar elementos de repetición/litigación en masa.
Por ello, las administraciones competentes en Administración de Justicia (Ministerio de Justicia y Comunidades Autónomas) deberían plantearse la posibilidad de impulsar la implementación de plataformas online de resolución de conflictos, buscando alianzas con aquellas corporaciones públicas y entidades de la sociedad civil relacionadas con el concreto sector afectado.